Hay varias razones que llevan a las personas a buscar nuevas maneras de obtener placer en el momento de tener relaciones sexuales. Después de lograr sentirse cómodos y confiados en sus relaciones sexuales, muchas parejas deciden aventurarse en nuevas fantasías y técnicas para no dejar que su vida sexual caiga en la rutina, o simplemente otras personas sienten curiosidad acerca de lo que quieren lograr en el sexo. Nudos bondage, esposas, cadenas… existen muchas formas de lograrlo.
Las mejores experiencias sexuales suelen ocurrir cuando se pueden usar todos los sentidos, sin embargo, si tú no puedes hacer uso de un cierto sentido como la vista o el tacto, por ejemplo, aumentas en forma significativa la percepción de otros y es ahí en donde se encuentra el sentido de asumir la servidumbre en el bondage.
Nudos Bondage y servidumbre
La servidumbre es una especie de fetichismo que consiste básicamente en utilizar los llamados nudos bondage para atar e inmovilizar de forma consensuada a la pareja, puede haber o no penetración como en cualquier relación sexual.
Aunque por lo general este fetiche no es necesariamente una práctica sadomasoquista, sino solo un juego de preámbulo, si forma parte de una fase inicial de lo que conocemos como BDSM.
Algunos consejos para obtener mayor placer
Antes que nada asegúrate que tanto tú como tú pareja se sientan cómodos. El uso de Nudos Bondage requiere de algo de práctica. Los nudos deben ser lo suficiente mente eficaces como para impedir que el sumiso pueda hacer uso de sus manos o en algunas ocasiones también de sus pies. Pero en ningún momento deben causar dolor o cortar en forma alguna la circulación de la sangre. Debes prestar especial atención en este aspecto. El sumiso puede padecer algo de dolor al intentar desatarse, pero debe hacerlo a voluntad, y sintiendo placer en ello.
A la hora de iniciarse en las prácticas de esclavitud, conviene iniciar de abajo hacia arriba. Sentir el placer de disponer a voluntad de un cuerpo y de todos los placeres que pueden de él derivarse, debería bastar para una primera sesión.
Es la oportunidad de gozar de una amplia variedad de tonos y texturas sexuales, utilizando, plumas, hielo, calor, telas como la seda, la lengua, los dedos, los juguetes sexuales etc.
Las plumas o los tejidos de seda se convierten en herramientas muy atractivas cuando se usan en esta situación. Se convierten en excitadores que vuelven locos los neurotransmisores al entrar en contacto con la piel.
Contrariamente a lo que muchos piensan, con la práctica de la servidumbre no se está violando otra persona mientras está inmovilizada. Es una forma de disfrutar la relación natural de dominio y sumisión que existe en la sociedad y que practicamos a diario, solo que con mayor creatividad y con los permisos debidos
Finalmente recuerda que debes tomar todas las precauciones necesarias para asegurarte de que tú y tu pareja puedan tener un máximo de placer y las mínimas molestias durante la práctica de la servidumbre.